viernes, 18 de julio de 2014

EL AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS

La marcha atrás de la evolución de las especies

El amanecer del Planeta de los Simios (2014) PosterEn estos tiempos caracterizados por la explosión de las distopías como veíamos en el post del 9 de julio, empieza a ser obligado volver sobre las que alcanzaron mayor éxito en su momento para tratar de actualizarlas a las nuevas tecnologías y de paso aprovechar un caudal de inspiración del que no andamos sobrados precisamente. Medio siglo después de la publicación de la novela seminal de Pierre Boulle "Le Planète des singes", la originalidad de concebir la marcha atrás en el proceso evolutivo, con todo lo que conlleva de amenaza a la especie humana, no deja de rendir sus frutos. 

Cuando en 1968 Charlton Heston cabalgaba por la playa junto a la bellísima Linda Harrison y descubría con desesperación la Estatua de la Libertad semienterrada en la arena, nos dejaba uno de los finales de película más desoladores en "El Planeta de los simios", la mítica adaptación al cine dirigida por Franklin Schaffner. 

En las siguientes décadas se han venido sucediendo distintas versiones de este asunto en múltiples formatos y un "remake" tan costoso como apagado, hasta que en 2011 llegó a las pantallas "El origen del Planeta de los simios" dirigida por Rupert Wyatt y que puede presumir de ser una auténtica precuela de una serie de películas llamadas a formar una de las grandes series de ficción, comparables a "La Guerra de las Galaxias" o "Star Trek".  La secuela que ahora llega a las pantallas "El amanecer del Planeta de los simios" dirigida por Matt Reeves no sólo no desmerece de su predecesora sino que viene a superarla con creces, con una primera hora de acción trepidante que atrapa al espectador en la butaca impidiéndole cualquier posible distracción. 

La película exhibe varias virtudes. Para empezar, en lugar de una lucha entre buenos y malos, nos presenta una visión épica de pura supervivencia. Los humanos se han visto dramáticamente afectados por un virus que ha puesto a la especie al borde de la desaparición. Al mismo tiempo un grupo de simios ampliamente evolucionados genéticamente aprovechan esta circunstancia para convertirse en la especie dominante, encontrando un único obstáculo en los pocos humanos que han sobrevivido a la infección. Tanto entre los simios como entre los humanos hay distintas facciones, unas inclinadas a la destrucción total de la especie opositora, mientras que otros grupos tratan de encontrar vías de entendimiento pacífico que permiten la coexistencia. 

En el aspecto técnico la superioridad de esta nueva entrega frente a la precuela de 2011 resulta evidente. El análisis informático del rostro de los actores que encarnan papeles simiescos y su adaptación a la morfología de los primates da como resultado un efecto de sorprendente realismo, en el que podemos identificar los rasgos personales de cada uno de ellos detrás de su apariencia animal, al tiempo que los movimientos faciales alcanzan al conjunto del rostro, desapareciendo la sensación de caretas a la que estábamos acostumbrados en películas anteriores. De este modo, Andy Serkis que ya protagonizara el papel estelar de "César" en "El origen del Planeta de los simios" aparece ahora con una fisonomía simiesca absolutamente lograda en todos sus gestos que nos hace creer que estamos realmente ante un primate evolucionado en lugar de un actor disfrazado. 

El dinamismo de muchas de las escenas y la perfección técnica de las simulaciones por ordenador encierran al espectador en el ámbito de un mundo agónico en el que la lucha entre especies evolutivamente superiores se ve matizada por rasgos de humanidad de las que sólo ellas son capaces. Una película que va a apasionar a los amantes del género y como mínimo divertir a cualquier espectador ávido de aventuras magistralmente filmadas.


miércoles, 9 de julio de 2014

"MAÑANA TODAVÍA" O LA ECLOSIÓN DE LA DISTOPÍA

"1984" DE GEORGE ORWELL, 30 AÑOS DESPUÉS.


Mañana todavía




"MAÑANA TODAVÍA" es el título que nos ofrece el sello editorial FANTASCY y bajo el cual se arraciman doce relatos distópicos (o antiutópicos si prefieren, lo que viene a ser lo mismo) de doce autores españoles de bien ganado prestigio, cuyas diversas concepciones del futuro tienen en común su visión pesimista acerca del rumbo que está tomando la humanidad. Ya sea a causa de la dependencia de los móviles e internet, las catástrofes derivadas del cambio climático, la manipulación genética de los seres humanos, los enfrentamientos raciales o las derivas políticas radicales, los seres humanos caminamos hacia la anulación de la libertad individual, la imposibilidad de una convivencia pacífica e incluso la destrucción del medio físico en el que desarrollamos nuestra existencia.

La amenaza para la humanidad que representaba el Estado totalitario en los clásicos de la primera mitad del siglo pasado ha sido sustituída por la amenaza a la libertad derivada justamente del polo opuesto, de una sociedad absolutamente abierta y permisiva en la que el individuo se ve abandonado a su suerte, sin ningún tipo de referencias morales y convertido en un esclavo de las modas impuestas tácitamente por la masa.



Además de su innegable valor literario, resulta del mayor interés la lectura de este libro atendiendo a la evolución del género distópico a lo largo del siglo XX y su enorme proliferación actual, tras saltar del ámbito estrictamente literario no sólo a la gran pantalla y a las series de televisión sino incluso al mundo de los videojuegos.

1984first.jpg
WeCover.jpg



Treinta años después del mito de "1984" creado por George Orwell, es momento propicio para repasar qué vaticinaban las grandes novelas distópicas del siglo pasado y ponerlas en conexión con la realidad actual (el futuro que ellas abordaron) y con las distopías de nuevo cuño que se nos proponen un día sí y el otro también.
BraveNewWorld FirstEdition.jpgCover shows a drawing of a man, who appears to be made of newspaper and is engulfed in flames, standing on top of some books. His right arm is down and holding what appears to be a paper fireman's hat while his left arm arm is wiping sweat from the brow of his bowed head. Beside the title and author's name in large text, there is a small caption in the upper left-hand corner that reads, "Wonderful stories by the author of The Golden Apples of the Sun".
El siglo pasado vieron la luz varias novelas distópicas que se han convertido en grandes clásicos tanto por su difusión como por la influencia que han ejercido a lo largo del tiempo. Por orden cronológico hay que empezar por citar un primer bloque integrado por "Nosotros" de Yevgueny Zamyatin (1921) cuya idea central es el Estado-prisión en cuyo seno no cabe ningún tipo de privacidad"Un mundo feliz" de Aldous Huxley (1932) que transita por el campo de la ingeniería social; la propia "1984" de George Orwell (1949) en la que el Estado teledirige a los ciudadanos hasta el punto de controlar incluso sus pensamientos y por último "Fahrenheit 451" de Ray Bradbury (1953) centrado en el Estado censor. Todas ellas nos presentan un futuro marcado por la falta de libertad individual derivada de un Estado totalitario que impide cualquier tipo de desafío a su poder omnímodo, a sus normas de relación social y al dictado de sus líderes. La influencia de los regímenes totalitarios de la primera mitad del siglo XX resulta determinante, de modo que el peligro de un Estado fuertemente dictatorial se advierte como la principal amenaza para estos autores.

Clockwork orange.jpgLogan's Run.jpg









Un segundo grupo de clásicos de la distopía vendría encabezado por  "La naranja mecánica" de Anthony Burgess (1962) en la que la manipulación oficial se centra en la regeneración del individuo delincuente. A continuación hay que citar "La fuga de Nolan" de William F. Nolan y George Clayton Johnson (1965) en la que el control sobre los individuos depende de una máquina, un superordenador central denominado "El Pensador y por supuesto "El cuento de la criada" de Margaret Atwood (1985) en la que la amenaza viene del lado de los postulados conservadores imperantes en Estados Unidos que amenazan con anular la libertad de la mujer.
TheHandmaidsTale(1stEd).jpg


En conjunto se aprecia en esta segunda mitad del siglo un desplazamiento del Estado totalitario a nuevas fuerzas de coerción sobre los individuos, derivadas ya sea de los avances teconológicos o bien de la moral social imperante. Se diría que el Estado totalitario ha dado paso más bien a la sociedad totalitaria, en el sentido de que el poder absoluto no procede ya tanto de un partido político único cuanto de una solución social unánimemente aceptada por el conjunto de los individuos y que conduce a la exclusión de todo el que se siente o piensa de modo diferente.









Siguiendo esta evolución nos encontramos en la actualidad con un auténtico estallido de la literatura distópica dirigida al público joven. Series como "Juegos del hambre" de Suzanne Collins; "La casa del escorpión" de Nancy Farmer; "Divergente" de Verónica Roth; "El corredor del laberinto" de James Dashner han entrado en una suerte de competición por ofrecer la fórmula más imaginativa de un futuro que tiene como denominador común la subordinación del individuo al grupo social al que pertenece. Novelas en las que el género de aventuras se inserta en la distopía para hacer de ésta un mero escenario en el que los protagonistas se esfuerzan una y otra vez por superar las adversidades de un medio siempre hostil.  Tendente más a la diversión del lector que a una verdadera reflexión acerca del destino de la humanidad, nos hallamos una vez más con un claro exponente de la banalización como nota característica del estado actual de la cultura dominante.

jueves, 3 de julio de 2014

DOS GRANDES DE LA FOTOGRAFÍA EN LA FUNDACIÓN MAPFRE

Sala Recoletos

Pº de Recoletos 23

                                           Henri Cartier-Bresson                

                                                                                       Del 28 de junio al 7 de septiembre de 2014


Henry Cartier-Bresson es probablemente el más influyente fotógrafo francés del siglo XX. Su dilatada e intensa vida (1908-2004) constituyó la privilegiada plataforma desde la que desarrolló el periodismo fotográfico como un género específico en el que la imagen cobra protagonismo frente al texto. 

Tras una severa formación, los poetas malditos Mallarmé, Rimbaud le llevan a devorar clásicos contemporáneos, Proust, RimbaudDostoievsky, Joyce... así como a los filósofos, de Schopenhauer a Nietzsche, de Hegel a Marx. A los veinte años explora la pintura en el taller del cubista André Lothe, pero pronto se orienta hacia la fotografía como medio de elevar las escenas cotidianas a la categoría de arte. Cansado de su formación artística en los autores clásicos mantiene estrecha relación con los principales representantes del surrealismo en el Café Cyrano de la Place Blanche.

La lectura de "El corazón de las tinieblas" de Joseph Conrad le lleva a trasladarse a Costa de Marfil para romper con todo lo anterior y seguir su propio camino. A partir de su experiencia africana la cámara será su compañera inseparable por medio mundo. En 1935 viaja por primera vez a Estados Unidos, donde expone en la Julien Levy Gallery, meca de los surrealistas en Nueva York. Carmen Snow de "Harper´s Bazaar" publica el primer álbum fotográfico de Cartier-Bresson. En 1937 cubre la boda del rey Jorge VI con la reina Isabel para la revista francesa "Regards". Su trabajo supone el nacimiento del fotoreportaje tal como hoy lo conocemos.  

Entretanto en su vida personal se dan todo tipo de vicisitudes. Tras una intensa relación sexual con Caresse, esposa de Harry Crosby, con el consentimiento de éste, a la que siguió su matrimonio con una bailarina javanesa, en 1940 participa como fotógrafo militar en la Batalla de Francia, cayendo prisionero de los alemanes. Internado en un campo de concentración durante casi tres años, tras dos intentos de fuga fallidos por los que fue recluido en celdas de castigo consigue por fin escapar de un infierno en el que su único objetivo era trabajar lo más lento que le fuera posible para ahorrar fuerzas y mantenerse vivo.

En 1947 fundó junto a Robert Capa, David Seymour, William Vandivert y George Roger "Magnum Photos" una agencia de fotografía bajo la modalidad de cooperativa en la que cada uno de sus miembros se especializa en una parte del mundo. Cartier-Bresson se ocupará de la India y China. El funeral de Gandhi en 1948 y el final de la Guerra Civil en China le darán fama y prestigio a nivel mundial. En 1952 publicó el libro de fotografías titulado "The Decisive Moment" con cubierta de Henri Matisse y que supone su manifiesto del arte fotográfico. Hasta los primeros años setenta los principales personajes mundiales desfilan ante el objetivo de su inseparable Leica 35 mm en blanco y negro. A partir de 1975 apenas hizo más allá de fotografías estrictamente personales, si bien participó activamente como escritor de comentarios en libros de fotografías relativos a su obra o a la de otros destacados fotógrafos. 

Sala Bárbara de Braganza

Bárbara de Braganza, 13 (esq. Pº de Recoletos)

                                            Vanessa Winship    

                                                                          Del 30 de mayo al 31 de agosto de 2014


Vanessa Winship es a sus cincuenta y cuatro años una fotógrafa del máximo prestigio internacional. Armada con su Leica 35 mm blanco y negro consigue mostrarnos el mundo contemporáneo en su más palpitante realismo. 

Tras vivir varios años en Atenas, Belgrado o Estambul, Vanessa Winship nos descubre la cara más verídica de un mundo oculto tras la ficticia barrera de los anuncios oficiales o los carteles publicitarios. Una mirada siempre incisiva que nos interpela acerca del sufrimiento humano, del abandono de los individuos a su propia suerte, de la miseria física y moral.

Casada con el fotógrafo George Georgiou, forma con él un tándem profesional en el que siempre ha encontrado el estímulo y el afán de emulación. La lista de premios alcanzados por Vanessa Winship es extensísima, incluyendo el World Press Photo Award, Leica Oskar Barnack Award,  Premio Photo España al mejor Portfolio, HCB Award...                                                                                                                     

martes, 1 de julio de 2014

El Pop Art revitaliza el Museo Reina Sofía

Decir Richard Hamilton es sinónimo de arte pop inglés. Tras la apertura de la gran exposición "Pop Art Myths" (ver post del pasado 14 de junio) en el Museo Thyssen Bornemisza, es ahora el Museo Reina Sofía el que se encarga de hacer de Madrid el centro del arte Pop. Con más de 250 obras (pinturas, collages, esculturas, fotografías, instalaciones...) que abarcan desde 1949 hasta el fallecimiento del artista en 2011, la muestra resulta una versión ampliada de la que se vio en la Tate Modern londinense, de modo que presenta un repaso exhaustivo a la obra de este artista inquieto, multidisciplinar, cuya obra ha resultado una de las más influyentes del pasado siglo.





Una de sus obras más relevantes, la instalación "Growth and Form" de 1951, cuya reconstrucción había sido largamente esperada, fue llevada a cabo finalmente por Hamilton en 2011 a partir de fotografías del original, lo que nos permite descubrir la influencia decisiva del surrealismo y el dadaísmo en la obra de Hamilton.




Richard Hamilton. Just what is it that makes today’s homes so different, so appealing? [¿Qué es lo que hace que las casas de hoy sean tan diferentes, tan atractivas?], 1956/1992. Collage. 26 x 25 cm. Colección particular. © R. Hamilton. All Rights Reserved, VEGAP, Madrid, 2014


Hamilton se mueve como pez en el agua en la interpretación de la sociedad de consumo, en la influencia de los medios de comunicación sobre el individuo anónimo, en la explosiva expansión de la cultura de masas como nota característica de la época que le tocó vivir. La exposición "This is tomorrow" 1956 constituye un claro exponente de todo ello con la instalación "The Fun House" en la que están presentes en forma crítica todos los elementos que determinan el modo de vida, los gustos y las modas.










La influencia velazqueña es evidente en obras como "Interior II" de 1964, en la que desarrolla el concepto de interior como museo en el que se exhibe todo aquello que conforma la vida cotidiana de los personajes representados.








"My Marilyn" 1965, nos presenta una serie de fotografías mostrando las marcas y tachaduras que la propia actriz realizó para mostrar su desaprobación a cuanto dañaba su imagen pública. Esta forma de censura incide en el atractivo que Marilyn despierta en los hombres, así como la influencia de Hollywood en el placer visual masculino.









Hamilton no oculta en absoluto la influencia recibida de Francis Bacon. Entre las 128 fotografías realizadas con una Polaroid por distintos personajes que retrataron a Hamilton a instancias del artista, Hamilton destaca la que le realizó Bacon, sobre la cual aplicó diversos toques pictóricos a imitación de la pintura de éste último hasta conseguir verse retratado por Bacon pero de su propia mano.






DUCHAMP



Otra referencia obligada en la obra de Hamilton es su versión del "Nu descendant un escalier"  de Marcel Duchamp (izquierda) que Hamilton representa en versión collage en su "Descending nude"  de 2006 (derecha) mostrando el cuerpo de la mujer con absoluta naturalidad, enmarcado en lo cotidiano y sin ningún tipo de sujeción formal a cualquier estilo artístico predeterminado.




Dividida en un total de catorce secciones, la exposición supera cuanto se ha hecho hasta ahora sobre el principal representante del Pop Art en Inglaterra.