GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, el hombre capaz de transformar su pueblo natal Aracataca en el  "Macondo" de nuestro imaginario colectivo.

El autor de "Cien años de soledad" copa estos días las secciones de cultura de todos los medios de comunicación internacionales, hasta el punto de convertir la noticia de su fallecimiento en un nuevo "boom" de la literatura latinoamericana, a cuyo surgimiento tanto contribuyó la obra de García Márquez.

En títulos como "El coronel no tiene quien le escriba", "Crónica de una muerte anunciada" o "El otoño del patriarca" la vida cotidiana del escritor se convierte en un mundo imaginario mucho más próximo a la sensibilidad del lector que la propia realidad vivida por el autor. 

Eso que se ha denominado realismo mágico representa en suma la transformación de una experiencia vital individual en la magia de "Macondo", ese lugar reconocido como propio de cada uno en la imaginación de millones de lectores. Y es que la misión del escritor era para García Márquez un "vivir para contarla".