OCHO APELLIDOS VASCOS, de comedia cinematográfica a fenómeno social

En mi post del pasado 20 de marzo animaba a ver la película de Emilio Martínez Lázaro porque venía a demostrar cómo, cuando el cine español abandona los dictados de la Academia y se dedica sencillamente a explotar el enorme talento de nuestros cineastas, la comunión con el público está asegurada. 

Pues bien, me quedé corto en mis apreciaciones. Desde el pasado fin de semana y con seis millones y medio de espectadores, OCHO APELLIDOS VASCOS se ha convertido en la película española más vista de la historia, a pesar de llevar poco más de un mes desde su estreno. En otros términos, se ha convertido en un auténtico fenómeno social.

Y la pregunta es obligada: ¿qué tiene esta película para desbancar en taquilla a gigantes de la industria norteamericana como Spiderman o Capitán América?  

En el post ya citado del 20 de marzo apuntaba yo que la gente hoy más que nunca necesita, necesitamos reír. Con no sé cuantos años de crisis a las espaldas, con problemas personales y colectivos de todo tipo, los españoles, amantes como pocos del humor, buscamos vehementemente cualquier espacio adecuado para "echar unas risas" que nos alegren el cuerpo y nos aireen el alma que tan encogida se nos ha quedado a cuenta de tantas y tantas frustraciones.

Y, ¿qué hay más sano que reírnos de nosotros mismos, de nuestros tópicos, para luego descubrir que en el fondo de nuestro ser colectivo hay tanto talento como ganas de querernos un poco más unos a otros?.

Seguro que habrá otras claves además de ésta para explicar fenómeno tan extraordinario, de modo que cualquier aportación al respecto será muy bien recibida.