NOÉ de Darren Aronofsky, una película como para quedarse en casa a leer el Génesis.
No merece la pena dedicarle tiempo a una película cuyo comentario puede resumirse en una pérdida de tiempo y dinero.
Un Noé que tiene más de guerrero Ninja que del personaje bíblico, empeñado en acabar con la humanidad en lugar de actuar como el elegido para salvarla. Y con unos aliados en forma de "transformers" pétreos ajenos completamente al más elemental sentido de la proporción.
En cuanto a la ambientación del relato se nos presenta un paisaje desolado a consecuencia de una civilización "industrial" que ha agotado los recursos naturales. Lo que no es óbice para que súbitamente aparezcan animales por todas partes que no se entiende de dónde han podido salir.
Un disparate en suma como para quedarse en casa y dedicar ese tiempo a la lectura del Génesis. Saldremos ganando en todos los aspectos.
2 comentarios:
El relato corresponde a la "manía" USA , de remitirnos y codisfrutar con los europeos todos sus traumas. Pregunta , ¿es legítimo que un país tan poderoso nos exporte sus problemas psicológicos?.Yo pienso que no. Viva el cine americano de los años 80
Pues totalmente de acuerdo, Andrés; cuando la falta de creatividad obliga a echar mano de manera recurrente de los grandes relatos de siempre, lo que no se puede admitir es que además éstos sean destrozados con absurdas reinvenciones que nada tienen que ver ni con el fondo del asunto ni con el buen gusto. Así no queda más remedio que volver al cine de otros tiempos.
Publicar un comentario